viernes, 22 de agosto de 2008


Carta 3

Han pasado veinte días, dieciséis horas y no sé cuantos segundos desde que llegué.
Los días pasan algunos rápidos, otros muy lentos, según se presente el clima, el ritmo mismo de la vida en general. Encontré en la música otra forma de disfrutar mi tiempo de ocio, Charlie Parker, Davis, Coltrane, Evans, estas joyas del jazz suelen ser una buena compañía para los días nublados porque los hacen más soportables y armonizan la lectura, a veces escucho música celta. A la señorita Piaf para sentirme contenta…otras, para llorar elijo el tango o música francesa o china. La clásica me acelera, me produce entusiasmo y energía durante un lapso luego viene una caída brusca y ya no quiero moverme hasta dormirme, fundamentalmente Mozart provoca esto en mí, Bach, Beethoven y Vivaldi me son indiferentes, Chopin es bueno también aunque no se compara con Tchaikovski y Strauss. Bueno no pretendo darte la lista de mis preferencias musicales, son tantas me falta el rock, el soul, el reggae, la música instrumental española. En fin la música en mí no pasa desadvertida como un arte más del montón sino que es a mis ojos el arte más perfecto en sus imperfecciones que ha existido, con esto trato de decir que escuche lo que escuche siempre espero más, siempre quiero más música en mis oídos, mejorada, magistralmente superior, aproximándose a la música del futuro y una pintura no puede brindarte eso porque si bien hay continuidad en los diferentes movimientos artísticos no en las obras en sí y el arte no esta en los museos si no en la vida misma!. El teatro se hace predecible o en algún momento se descompone, el cine es un lujo en estos días y hasta la industria del entretenimiento más elocuente ha sido contaminada.
¿O acaso has visto a alguien que se le compare a Hendrix en una pintura? Van Gogh, Gauguin, Pizarro, Rivera, Kahlo y otros han sido revelaciones….creo que Goya y Picasso se aproximarían más. Pero un solo cuadro es una obra acabada, determinada, la música en cambio es arte sobre ruedas, gira no se detiene, y si se estanca vuelve a rodar. Como dijo el poeta francés Cocteau: “lo que más pasa de moda es la moda” y es una gran verdad pero que se transforma en falacia en el terreno de la música, porque no pasa de moda jamás, queda como un precedente histórico a las futuras conquistas, es dialéctico por eso me apasiona. Ahora que lo pienso bien, la música y la literatura son mis grandes, podría decirse, pasiones porque se asemejan, lo demás no llama mi atención como para escribir media carta hablando solo de ello, como lo hago en estas líneas. Prometo en alguna próxima carta escribir sobre los libros y autores favoritos que han sucumbido emociones diversas en mí hasta hoy.
Particularmente las sinfonías de Mozart me recuerdan a los pájaros entonces al escucharlas redescubro lo que me gusta el canto de éstos. Y a continuación quiero contarte de uno en especial y de mis nuevos amigos.
Hay un pájaro que se presenta casi a diario, es un petirrojo del grupo de los paseriformes según pude informarme en una enciclopedia que tenía un apartado con ilustraciones de aves, en términos más sencillos es un pajarito con el cuello, la frente y el pecho rojo y el resto de su cuerpito blanco. Muy lindo, a veces lo espero con algunas migas de pan, otras me distraigo corriendo a los gatos que merodean. Lo hago por las dudas de que intenten hacer de mi amigo volador su alimento, no es un ave que se vea seguido por estos lugares. No obstante el tiempo libre que poseo y decido invertirlo afuera lo divido entre ver a los pájaros y acariciar a los tres gatos que viven entre el paredón y la enredadera del fondo y que han decidido que los acompañe algunas tardes, otras simplemente me ignoran. Uno es negro con una mancha diminuta en un ojo, se llama Pirata. El otro es atigrado color tipo naranja, con ojos turquesas, su nombre es Cielo y la última, mi felino mimado, es Ágata por sus variados tonos grisáceos, blancos, café, naranja y negro. En tamaño es la más pequeña de los tres y la única hembra pero no por eso la más desprotegida ni la menos hábil. Creo que sólo el hombre es la única especie capaz de crear el machismo y hacer de esto una cultura impuesta, al igual que las clases sociales, los estados, las instituciones, las razas, la religión, en fin perniciosos inventos para mantener el orden imperante truncando la posibilidad de vivir la vida como uno quiera ¡hasta elegir cuando morir es condenado! Por suerte mis amigos gatunos nada entienden de esto y aquí descansa la causa fundamental de porque decido pasar tiempo con ellos a que hablar con mis vecinos, me siento libre…me siento una más jugando en un jardín bajo mis propias reglas: No hay reglas, sólo buscar sentirse a gusto, hacer lo que de placer sin arrepentirse, la única regla inquebrantable.
Es un cable a tierra para mí poder hacer esto, te imaginarás que no puedo andar por la vida haciendo lo que quiero y frenando lo que no quiero constantemente. Trato de ser moderada la mayoría del tiempo…únicamente grito cuando es necesario y si no puedo hacerlo algún que otro objeto de poca importancia se estrella moderadamente contra alguna que otra pared…deberías intentarlo, es una buena terapia, quizá eso ayude a que seas menos escrupuloso y más jocoso sin cargar con el resabio de tu conservadurismo que es el conservadurismo de la gente común, aunque no sólo gritar y romper algo socavarían tus costumbres…las buenas costumbres para vos.
No voy a mencionar en mis cartas lo relacionado a mi vida cotidiana, eso ya lo supones y no creo que sea correcto ensuciar con burda cotidianeidad este intento de plasmar en hojas la magia que encierro a escondidas, en la perfecta compañía de la soledad y mis pensamientos.
Ayer me crucé con Lily, la chica de la campera turquesa…La ayude a sacar la basura, evidentemente juntaba mucha porque tuvimos que sacar tres bolsas casi repletas. Me preguntó mi nombre, mi edad, y si hacía mucho me había mudado porque ella solo me veía en el jardín o escuchaba la música que salía de mi ventana hacia su pasillo, pero no podía determinar cuanto tiempo había transcurrido desde mi llegada al edificio. Yo me límite a contestarle lo justo y necesario, y sólo pregunte su nombre, se llama Paulina, un hermoso nombre. Subimos juntas por las escaleras hasta el tercer piso, al llegar le pregunté porque los miércoles vestía de rosado, me miró sorprendida por la pregunta y contestó casi sin titubeos-: “Porque de chica asocié el color rosa a las princesas siempre me gustó por eso y los días que tengo mi autoestima más baja que lo normal por mi aspecto me visto de ese color que resalta mi piel y no sabía que era todos los miércoles ¿Como lo notaste?”.
Yo respondí haciéndome la boba cosa que tan bien me sale que casualmente la semana pasada mientras tiraba la basura la vi con el mismo suéter.
¡Diantres! Mi observación era pertinente, si relees una de las cartas anteriores vas a encontrar que escribí sobre Lily que los miércoles vestía de rosa para no deprimirse. Nos despedimos con un saludo formal y una sombra se vio frente a su puerta. Yo entré rápidamente porque quería escuchar con quien hablaría en el pasillo. Era la voz de un hombre, una voz ronca, fuerte y quebrada que a medida que escuchaba las respuestas de Lily Paulina se hacía más dulce y suave. Se despidieron con un beso parece y acordaron su siguiente cita. Sospecho que el anónimo amante es del lugar, creo que subió las escaleras un nivel más y todo. No lo sé voy a tener que averiguarlo.
Creo que esta carta está bien hasta acá, cuando pueda vuelvo a escribirte. Estoy bastante ocupada escribiendo algunas ideas, emociones, sentimientos, dolores, sonrisas, todo se puede escribir y es algo nuevo que comienzo a experimentar, es como escribir mis memorias, no quiero olvidar nada, ningún momento de conciencia. Le temo a la vejez pero no por el hecho de envejecer porque todo es un ciclo, le temo a volverme senil y no saber que estoy volviéndome loca, motivo por el cual quiero guardar todo en archivos de papel y poesía mediocre y espero poder dárselo a alguien que cambie mi vida cuando menos lo espere y así inmortalizar mis momentos y eso es fantástico o por lo menos me ayuda a escribir, a creer en algo.
Hasta la próxima carta, mi amigo por correspondencia.


Su fiel amiga, Proserpina Guerra.

Correspondencia inexacta II

CARTA 0
Ayer llegué por primera vez a mi nuevo futuro hogar (que ya es presente) si se puede decir así de un edificio gris, viejo, oscuro y tan lleno de gente y tan vacío para mí. Las cortinas de la entrada son inmensas……hasta podría hacerme un traje entero con una de ellas. El jardín es lo único que vale la pena conocer por su extensión y contenido, tiene una humilde cantidad de plantas lindas, había flores pero el frío hizo que perecieran así que sólo quedan algunos restos de ellas, que combinan perfectamente con los restos de mí que ando arrastrando. Hay una enredadera en el fondo, que da sombra sobre una modesta fuente con forma de laguna, creo que hay peces, no me fijé profundamente en ese detalle, si total se van a morir tarde o temprano y la fuente va a seguir siendo lo que siempre fue, una fuente. Hay un árbol llorón, un sauce llorón, bien desconocés que siempre me encantaron los árboles de esa raza, parece que está medio enfermo, una serie de bichitos marroncitos lo atacaron y ahora tiene sabia…la sabia es como la sangre del árbol escuche ciertamente un día, seguramente uno de los tantos días de los que prefiero escapar y por eso estoy donde me encuentro.
Hay unos bancos que bordean el camino que lleva al final del mencionado, digamos vergel, para no repetir tantas veces la palabra jardín. Me senté en cada uno de ellos y son todos diferentes no solo por la vista que ofrecen, particularmente exacta y concretamente diferente al siguiente banco sino también por la sensación que provoca ver cada mínimo segmento de espacio que conforma un todo, un todo de un jardín de verano arrasado por el invierno. Hay una fuente con forma de laguna, ya lo mencioné? bueno en la fuente con forma lagunezca (acabo de inventar una palabra) pude ver mi vil reflejo y comprendí porque me agrada este jardín desde que pisé sus primeros centímetros. Es porque al igual que este jardín de verano, el invierno arrasó conmigo y siento el sol de a ratos.
Prosiguiendo con mi descripción profundamente superficial del digamos jardín, para no redundar en el calificativo vergel, se aprecian los árboles, eso atrae a los pájaros y aunque en invierno hay pocos, a mi me encantan. Me gusta verlos volar de lejos y cerrar los ojos cuando se acercan para escuchar sus sonidos. Quisiera transformarme en uno de ellos solo para poder irme un ratito de este mundo, del mundo tal y como mis ojos y mi cuerpo entero lo conciben (al mundo)…irme….es todo lo que quisiera por momentos, irme de mi misma sabiendo que no voy a volver a encontrarme.
Pero eso no sucede y no va a suceder nunca porque nos perdemos y nos encontramos permanentemente, es la naturaleza de la contradicción humana me atrevería a decir, el punto de inflexión que nos separa como un muro impenetrable de nuestro lado equilibrado y el otro, su antípoda, ese que solo reconocemos cuando ya se ha adueñado de nuestros pensamientos, de nuestra piel…tan hondo en la sangre que pareciera imposible de impedir.
Ya es tarde, debería dejar la pluma y dedicarme a soñar con los ojos cerrados, al menos debo dormir 4 horas diarias según el médico y así progresivamente ir recuperando el sueño. Espero despertar mañana recordando lo que soñé, sólo tengo diez o quince segundos para hacerlo así que debo mentalizarme desde ahora para no perder tiempo.
Espero que respondas cuando tengas ganas, tiempo y la lucidez necesaria para poder poner cada palabra en su justa medida, ni más ni menos, eso es lo único que espero.
Nunca te lo dije pero intuyo que las palabras son un arma, un escondite, un espejo, un precipicio, según el uso que uno elija darles…yo elijo la poesía, no la de a ratos sino la cotidiana, esa de todos los días, elijo la poesía desde la a hasta la z en cada oración que intento construir ya sea en un papel o en la sencilla pronunciación de mis labios…Me despido solo cabe decir que espero la poesía venida de tus manos.


Tuya, Proserpina Guerra.

Correspondencia inexacta

CARTA 1 o 2 (no se sabe)

Afuera de mi ventana, las luces parecieran cegar a quien las mire, en cambio en mi espejo la luz quema, la verdad ametralla la conciencia y la humedad entorpece las lágrimas.
En la calle los transeúntes hacen eso…transeuntear de un lado para el otro supongo, pero no sé porque siempre tenemos la ridícula imagen de que quien pasa por la calle, es huésped permanente de ella, yo creo en general que es porque el mundo es individualista y nos enseñan la vida entera a desarrollar la única herramienta que el sistema ofrece, y en particular creo que me interesa muy poco o por ahí porque tengo poca fuerza y la focalizo en otras cosas, que evito preguntarme como será por ejemplo la chica de la campera turquesa, con un bolso floreado y carpetas, muchas carpetas…donde pondrá sus carpetas al llegar a su casa?? ¿Serán esas carpetas su mayor problema? o el lugar donde poner las carpetas? Y si sabe acomodar las carpetas pero no su vida?? ; O la señora de los zapatos ruidosos, nunca falta una de esas!! Siempre están presentes en todas las calles de todas las ciudades y pueblos del mundo…Ay! que sería de nuestros días de quejosos por excelencia sin poder quejarnos de esos tacos tan irritables. En fin, hablaba de los tacos de la señora de mi calle en particular, ¿Querrá realmente que esos tacos suenen todo el tiempo, recordándole (quizás) que toda la vida fue esa calle, esa vida, en los mismos tristes tacos?... es muy extraño ver a cada persona que pasa, al principio parecen todos iguales, incluso hasta pueden engañar al ojo idiota haciéndole creer que son algo así como clones ( o sencillamente mi ojo es muy idiota y cree todo lo que ve pasar) pero después del 5to día ya se puede diferenciar perfectamente a cada vecino, tan solo con escucharlo caminar…
“Todos los vecinos son parecidos en todas partes del mundo” debes estar pensando al leer mi carta. Pero dejame decirte que no, no no, no no no, el viernes (el 2do viernes desde que llegué) lo vi de nuevo. Es mi vecino preferido, no sé su nombre ni sus colores favoritos (la chica de la campera turquesa a la que decidí denominar Lily, si la de las carpetas! los lunes y miércoles prefiere el rosa para no deprimirse, y el viernes ya vuelve al azul y algún que otro domingo se cuelga un collar de mariposas bellísimo) pero es mi preferido sin lugar a dudas, sus pasos son vacíos, sus manos flacas y largas…pero eso es normal en cualquier vecino, su pelo blanco, “ anciano!!! Lo sabia” dirás en este preciso momento y lo importante es que “¡tiene un paraguas!”.
Tenés que verlo con qué elegancia se para en la esquina, mira el cielo, se chupa un dedo y lo levanta para saber con precisión la dirección del viento, despliega su paraguas y mira el cielo de nuevo y se va a tomar el tren cantando, como si nunca hubiera visto que su paraguas es solo alambre, es solo la estructura de un paraguas, sin la lona, y así se siente seguro. Es mi preferido creo, porque no tiene color preferido ni paraguas de verdad, pero se lo inventa y puede vivir con eso…
Me alejo de la ventana, veo directo al espejo y me digo: yo tampoco tengo color preferido, pero no quiero vivir con esto...
Pensé en comprar un paraguas y quitarle el cobertor, pero sería robarle la originalidad a mi vecino, como podría hacerle eso a mi mejor vecino??? Que clase de observadora seria??
Bueno, creo que esta carta está bien para ser la primera o la segundo no lo sé, el orden de las cosas y yo nunca nos llevamos bien, quizá sea esto la esencia de porque llegué a donde estoy. Yo estoy de un modo morboso maravillosamente bien, aunque un poco desesperada porque no se me ocurre más que un paraguas y una vida llena de sueños como para empezar a sentir mi vida mas ordenada aunque ahora que lo pienso bien, un calidoscopio no estaría nada mal, por ahí hasta me sirve para encontrar mi color preferido, mostrárselo a mi vecino favorito y encontrar esa vida llena de sueños justo delante de Lily y la señora de los tacos y por ahí deciden seguirme! O por ahí no me siguen nada, pero bueno habré intentado ayudar en algo. Creo que Lily tiene un amante, decir que yo no soy de esos…no porque no pueda sino porque en mi vida el sexo ya no es una prioridad, de hecho vivo sin prioridades, bien sabes vos de eso.
Me tengo que ir, es tarde, una voz melancólica me llama y se apagaron las luces…es hora de dormir para los mediocres y responsables de su propia vida, para mí empieza la hora de soñar con los ojos abiertos en la oscuridad sin que nadie me interrumpa…

Con amor…Proserpina Guerra.